miércoles, 4 de diciembre de 2013

I ULTRATRAIL SIERRA NORTE DE SEVILLA

He querido dejar pasar unos días para escribir estas lineas en frío, e  intentar asimilar todo lo vivido en esas 19 horas. Y es que han sido sentimientos encontrados los que he tenido a lo largo de esta prueba y sobre todo al finalizarla. En un principio me atraía la idea de participar de nuevo en una prueba de 3 cifras y la zona por la que discurría la hacía atractiva. Sin embargo, la fecha en la que se realizaba y la climatología, no ayudaban demasiado.
Por suerte amaneció un día soleado y no demasiado frío. Me dirigí directamente hacia el pabellón cubierto para cambiarme y dejar la mochila de Almadén. Allí pude saludar a numerosos amigos de este mundillo de locos: MiguelAngel Sarmiento, JuanManuel Ordóñez, Rafa "legendario", Manuel Holgado "Papácampeón".....


TurdetaniaTeam
Ya sabía de antemano que el terreno era mucha pista, asfalto y poco sendero (menos del 5%), pero eso no me desanimó a inscribirme. Sin embargo a medida que iban cayendo los kilómetros, monótonos y uniformes por pista y asfalto, notaban que iban apareciendo las primeras molestias en los gemelos. Normalmente, esto me suele ocurrir en los últimos kilómetros de un maratón por asfalto, pero es que en este caso, esos kilómetros son casi el aperitivo de esta carrera de 111 kilómetros. Me iba hidratando correctamente, aún a pesar de sudar poco, pero al no variar prácticamente el ritmo y el tipo y forma de pisada, provocaba una sobrecarga en mi gemelo derecho, que desembocaba irremediablemente en dolorosos calambres pasado el KM40. 
Km41
Bueno, esto con unos estiramientos y algo de magnesio se me pasa, iluso de mí. Me daba rabia, porque estaba perfectamente de cabeza y de fuerzas, sin embargo, tenía que alternar trotar con andar, y eso claro ya sabía a lo que me conduciría.....ampollas en los pies. En estas, me dio alcance Havié Rosales, que con su charla y chistes me hizo más ameno el camino hasta Almadén. Llegué sobre las 6:15 de la tarde y comenzaba a anochecer. Tenía que tomar una decisión rápidamente, de momento recogí el macuto y me cambié totalmente de ropa. Pasé por la zona de podología y me curaron las ampollas de los pies, les comenté también lo de la sobrecarga en los gemelos y me colocaron unos "alzas" en los talones que según la podóloga me ayudarían bastante. Bueno, me coloqué de nuevo las cascadia y a comer se ha dicho: un triste plato frio de macarrones, unos dulces y cocacola, eso sí, sentado junto al gran Francisco Contreras (alias Superpaco), que se estaba zampando un suculento plato de migas (envidia sana me dio).
Las 7:15  y emprendía la salida, había transcurrido una hora, mucho tiempo....demasiado. Salida del pueblo y comenzaba la subida al Calvario por un camino roto por las escorrentías; andaba raro, muy raro, como si andase de puntillas. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo comenzaba a aparecer un intenso dolor en los talones que se irradiaba a toda la planta del pie, joderrrrr, como si me clavaran alfileres. Opté por parar y quitarme esos alzas que me había colocado la podóloga. Ufff que alivio sentí, podía andar de nuevo y hasta trotar.  De nuevo me dió alcance el señor Havié Rosales, que iba el tio andando como una locomotora (a menos de 8 min/km), intenté subirme a sus vagones, pero desistí e hice todo el tramo restante hasta El Ronquillo en soledad, casi 5 horas, con la única compañía de la noche y las estrellas. Fueron momentos de concentración, meditación y sensaciones encontradas: por un lado me sentía bien, en paz;  por otro, iba sufriendo, con dolor. Me hubiese gustado ir corriendo y disfrutando, como hice en Ronda, pero tocaba sufrir. Supongo que son estos momentos los que te aportan la experiencia y la fortaleza necesaria para acometer pruebas de este tipo.
12:15 Avituallamiento de El Ronquillo, noche cerrada, frio intenso y la cabeza dándole vueltas al abandono. En principio me senté relajadamente a reponer líquidos y comerme el bocata de carne mechá que llevaba. en estas que veo llegar a Guille (el tio había se había hecho la Valiente por la mañana y ahora se disponía a acompañar a su "hermano" hasta Castilblanco, un máquina!!!) y le comento si lleva algún Ibuprofeno, bueno!!!!  salvado por los pelos!!!, me da uno y en 10 minutillos he resucitao y estoy en marcha de nuevo. A la salida del Ronquillo les doy alcance y continúo con Manuel Román Hernández, experto ultrero, al cual debo en gran parte haber acabado esta prueba. Mi llegada a Castilblanco fue muy penosa, pues tenía ya totalmente contracturados ambos gemelos y apenas podía dar un paso. Muchas gracias Manuel por tus ánimos y por acompañarme hasta la misma linea de meta. Aún me emociono al recordar esos momentos. Son por estos momentos por los que merece la pena el sufrimiento y el dolor, y esto son pasajeros, la gloria es para siempre.


"COMPLACE MÁS LA GLORIA CUANDO SE HA SUFRIDO TANTO PARA ALCANZARLA" 


Desde este humilde Blogg  quiero agradecer la labor de todos los voluntarios, podólogos, fisios  y organizadores; sin ellos no hubiese sido posible este sueño. Y espero que los fallos y errores cometidos, les sirvan para corregirlos y que no se repitan en ediciones posteriores. Aupa los lentos de Torreblanca!!


domingo, 14 de julio de 2013

CICLOTURISMO POR EL ALGARVE

Ya el pasado verano hice este pequeño viaje por el Algarve y quedé entusiasmado. En esta ocasión he querido repetirlo, pero en compañía de mi hijo Alberto. He intentado
seguir en la medida de lo posible la EcoVía del Algarve. Ésta ruta es el comienzo (o el final) de la Ruta Costa Atlántica, que cruza Europa desde el cabo Norte situado al norte de Noruega, hasta el cabo de San Vicente al sur de Portugal. El punto de inicio (km 0) de la Ecovía
del Algarve está en el cabo de San Vicente (Sagres) y finaliza en la  localidad portuguesa de
Villareal de San Antonio, unos 230 Km que discurren por el Algarve portugués. 
En nuestro caso, y dado que mi hermana Pilar reside en Bellavista (Aljaraque), optamos por desplazarnos hasta allí en coche, hacer noche e iniciar la ruta desde Aljaraque.

ETAPA 1. Aljaraque - Tavira (83 km)
A las 8:15 ya estábamos en ruta, atravesamos la marisma de Aljaraque por la plataforma de madera y siguiendo el carril bici llegamos hasta la playa de la Bota. El frescor de la mañana y la sombra de los pinos hacían un deleite para los sentidos este paseo. Siguiendo la playa de la Bota nos dirigimos hasta el embarcadero del Rio Piedras en Nuevo Portil, donde optamos por tomar un barquito (Flechamar.com) y cruzar a "la-playa-de-la-flecha-del-rompido"

Esta manga, conocida también con el nombre de Nueva Umbría, conforma el Paraje Natural del Río Piedras. La Flecha es una extensión de nueve kilómetros de longitud (12 desde La Antilla) y 500 metros de anchura en sus puntos más anchos. 
Es una playa virgen que conforma una península de tierra baja, de marisma, dunas y playa, sin más construcciones que la antigua Almadraba, abandonada y que forma parte del patrimonio etnográfico del lugar, dando cuenta de una actividad heredada a través de los milenios por los habitantes oriundos de esta costa suratlántica desde el Estrecho de Gibraltar hasta la desembocadura del Guadiana.


Aprovechando la marea baja, llegamos al término de La Antilla donde retomamos la carretera que nos conduciría a Isla Cristina. Ya con el sol apretando de lo lindo y  con cansancio en las piernas, optamos por hacer una paradita con su correspondiente avituallamiento. Una vez recuperados, enfilamos hacia las marismas de Isla Cristina por la via verde litoral, que nos llevaría hasta Ayamonte. Ya teníamos al frente Portugal, tan sólo nos separaba el Guadiana. De nuevo tuvimos que hacer uso de un barco para cruzar, en esta ocasión me vinieron a la memoria viejos recuerdos, del viaje que ya hace más de 20 años hiciera con Ángela por estas mismas tierras, pero en esa ocasión con mi viejo Renault 5.
Ya en tierras lusitanas, aproveché la parada en el barquito para cargar el track de la ecovia en mi Garmin etrex30. Seguramente sin la ayuda de este pequeño gran invento hubiese sido imposible realizar toda la ruta en la parte portuguesa, pues  esta vía tiene ya sus años, y las marcas azules características se encuentran borradas en numerosos puntos que hacen muy difícil su correcto seguimiento.

A destacar el bello pueblecito de Cacela Velha, con sus callecitas estrechas, su castillo y sus magníficas vistas del océano.
Ya en Tavira, nos alojamos en la Pousada da Juventude, donde por el módico precio de 12 eurillos te incluyen el alojamiento y el desayuno. A destacar su céntrica ubicación, sus renovadas y completas instalaciones (posee un garaje interior en el que pudimos dejar las bicicletas a buen recaudo).


ETAPA 2. Tavira - Faro (41 kms)
Sin demasiadas prisas, y una vez dado cuenta del suculento y completo desayuno del albergue, emprendimos de nuevo la marcha; en esta ocasión, destino Faro, que con sus más de 64.000 habitantes, constituye la ciudad más populosa del Algarve. La ecovía atraviesa prácticamente en su totalidad el parque natural de la Ria Formosa, el cual cubre una franja de 60 Kms a lo largo de la costa sur de Portugal. Está formado por 5 islas barradas paralelas al Océano Atlántico que protegen las salobres, templadas y poco profundas aguas de las rías, especialmente ricas por su increíble variedad de vida animal y vegetal. El parque es de especial importancia para las aves, ya que aquí crían un gran número de especies poco habituales, y es uno de los paraísos invernales preferidos de las aves migratorias que llegan aquí para descansar. El fértil entorno también sirve como centro de reproducción para todo tipo de peces y marisco.

Al llegar a la ría tomamos el camino por la izquierda en una carretera paralela a ésta. Este camino nos lleva hasta Torre de Ares.

Torre de Ares

Los actos de piratería de los musulmanes en el litoral del Algarve obligaron a la construcción de un sistema defensivo de torres albarranas, también llamadas de “fachos” (antorchas), “atalayas” (atalaya) o “almenaras”, que daban rebato de musulmanes siempre que avistaban una embarcación sospechosa. En la mitad del siglo XVIII, aún se conocían seis torres en esta zona que, sin embargo, no resistieron al paso del tiempo y a la incuria del hombre. Lo que queda como memoria es la Torre de Ares que hace poco tiempo fue recuperada.
Ya en Fuzeta, hicimos un breve alto en el camino para rellenar de agua los bidones y tomar algo. La mañana había amanecido algo calurosa, y debíamos proseguir si no queríamos que nos pillasen las horas más calurosas. Nuestro siguiente objetivo era Olhao, sin embargo el trazado de la ecovía se perdía en numerosos puntos y el camino se complicaba por momentos. Optamos por seguir siempre la vía del tren por su margen sur y cruzarla por la parte del camping hasta alcanzar Olhao por la zona industrial.

Playa de Fuzeta


Una vez repuestos del esfuerzo y convenientemente hidratados, proseguimos nuestra ruta hasta Faro, donde nos alojamos en su Pousada da Juventude. Aprovechamos para darnos una buena ducha y un merecido descanso, pues a esas horas el calor aún apretaba de lo lindo. Faro dispone de una zona comercial en el centro de la ciudad alrededor de las calles Francisco Gomes, Liberdade y Ferreira Almeida. Aprovechamos para hacer una breve visita por sus zonas más emblemáticas y probar sus afamados mariscos.


Catedral de faro


Plato de berbigaos




ETAPA 3. Faro - Portimao (90 kms)

Quizás de las tres etapas la más bella, especialmente por los variados paisajes que hemos atravesado: Desde la bulliciosa Albufeira, bellos y frondosos pinares, los campos de golf y mansiones majestuosas de Quarteira y Vilamoura, las marismas de Pera, los acantilados de nuestra señora da rocha o la Ria del Arade. Aunque también nos ha resultado la más dura, tanto por la distancia (90 kms) como la adversa climatología (ola de calor) que hemos tenido que soportar.
Estación de Faro
He querido colocar esta fotografía, por que precisamente en ese punto tuvimos que atravesar la vía del tren para pasar al otro lado por donde transcurría la ecovia (por cierto, sin señalar este desvío).

Playa de Almargem (Loulé)

Playa de almargem (Loulé)

Playa de almargem
Playa de Armancao de Pera

Puerto deportivo de Portimao
Praia do Vau (Portimao)
Para Completar la Ecovía, nos faltaría la última etapa, Portimao - Sagres, pero eso lo dejaremos para otra ocasión.



jueves, 4 de julio de 2013

GRAN TRAIL DE PEÑALARA 2013. 110 KM 5100 m+

El Prólogo:
He querido dejar pasar unos días para cicatrizar las heridas de guerra, y no sólo las físicas, sino también la psicológicas.
En las victorias, uno se encuentra eufórico, feliz, con la sensación del deber cumplido; ya lo experimenté el pasado mes de mayo al finalizar los 101km de Ronda. Sin embargo, las derrotas dejan un sentimiento de fracaso, de algo inacabado, una decepción, que al final se torna en culpabilidad. Le das mil vueltas, ¿Qué hice mal? ¿Qué falló?, pero ya de nada sirven los lamentos.
Ayer puede ver la siguiente imagen en el muro de TurdetatiaTeam
que me ha hecho reflexionar y pensar mucho en los fallos cometidos para intentar no repetirlos en un futuro. 
El análisis:
Gusano de luces subiendo la maliciosa (desde la Bola del mundo)

La prueba comenzaba a las 11:00 de la noche del viernes, es decir, quedaban por delante al menos 7 horas de oscuridad. Yo disponía de mi ledsenser H7, vamos, un pepino de frontal; pero cometí el error de no comprobar el estado de las pilas que llevaba, era un paquete nuevo. Sin embargo, a la hora y media escasa, el frontal comenzaba a apagarse lentamente. Tranquilo ( me dije), cambio de pilas y asunto solucionado. No iba a resultar tan fácil, pues a la máxima potencia apenas iluminaba 10 metros y además "flojito", así pude aguantar hasta el amanecer, sin arriesgar mucho en las bajadas y dosificando al máximo la iluminación. Entre eso y lo peligroso de los descensos me hizo ser muy muy prudente. Aun así, en una de las bajadas, me torcí de nuevo el tobillo derecho, el mismo que me jodí hacía ya 4 semanas. Parada, masaje  y pomada Radiosalic al canto.
Desde el Puerto de la Morcuera (Peñalara al fondo)
En la subida al puerto de la Morcuera, segundo error de bulto: tomo una senda equivocada, siguiendo a otros corredores, y cuando nos queremos dar cuenta, pues eso, 2 kilómetros más por lo menos.
Una vez alcanzo el Puerto, aprovecho para repasarme las ampollas que ya comenzaban a aparecer y comer algo. Desde ese punto y hasta Rascafría lo hago corriendo, casi 17 kilómetros. Pero aún quedaba otro tercer error: de nuevo despiste monumental, y en lugar de seguir la indicación a la senda, continúo por la pista lanzado. Y llegando a las presillas, adelanto a corredores que hacía tiempo había adelantado ¿¿¿????. esto no puede estar pasando, llego al puente del perdón a las 9:30 y el GPS me marca 57 km. Allí me estaba esperando mi hermano Raul, que me acompañará los próximos 20 kms hasta el Peñalara.

En El polideportivo de Rascafría saludo a Jose (del villanuevacorre) y aprovecho para mudarme de ropa, refrescarme algo y avituallarme adecuadamente.
Después de repasar todo el material y comprobarlo bien, iniciamos la subida bajo un sol de justicia que comenzaba a apretar. 
Curándome las ampollas

En el puerto del Reventón
Pasado este punto, nos da alcance Jose, que viene de menos a más, con el que ya continuaríamos juntos hasta la cumbre del Peñalara.

El corazón iba a mil por hora
Muscularmente iba muy entero, pero las malditas ampollas no me dejaban pisar agusto, necesitaba de nuevo quitarme los calcetines y arreglar esas heridas.
Peñalara (2429 m)
En ese punto Raul se separó de nosotros y regresaría a Rascafría por otros senderos; a nosotros nos quedaban por lo menos tres horas hasta la Granja, por un camino de cabras, y con un descenso vertiginoso. Se me hacía difícil apoyar bien los pies, e iba reteniendo todo el cuerpo con los cuadriceps y las rodillas como podía, eso hacía que se me fuesen cargando más y más. Para colmo de desgracias, la válvula del tubo del camelback se me había obstruido y tuve que parar a desmontarla y arreglarla. Joder, pensaba, hoy sale todo mal. A falta de unos kilómetros para la Granja, noté que me faltaban las fuerzas y que me quedaba "pajarón". Pues hasta aquí llegamos luisma!!!, me decía, entre el solazo que pegaba de lleno, sin poder pisar bien con el pie derecho y la rodilla pidiendo la hora........Ufffffffffff. 
Por suerte, en el avituallamiento de la Granja, pude descansar algo, me curaron algo las ampollas, tomé un ibuprofeno y comí algo de pasta y fruta. Asi que, sin pensarlo dos veces, eché a andar de nuevo y a un pasito decente de 6.5 km/hora hice casi todo el recorrido de los pinares de Valsain hasta la casa de la Pesca. Inicio la subida a la fuenfría, 2 kilómetros salvajes, que me hacen parar en más de una ocasión, pero que salvo sin mayores problemas. Bien me digo, ahora a por el puerto de Navacerrada, 7 km me separan. Pero en los pies ya tengo agujas que se me clavan a cada paso, y la rodilla derecha de nuevo comienza a quejarse, voy solo, oscurece....se hace de noche de nuevo, y estoy solo. Son esos momentos de soledad, en los que el coco no para de dar vueltas, los que definitivamente echarían por tierra la aventura. Ya no corro, ni tan siquiera ando.... me arrastro cual "pirata con pata de palo". Lloro de desesperación, me acuerdo de todos esos entrenos por los alcornocales, de los amigos del  turdetania, de los de villanueva, de la familia y sigo llorando, en soledad y en la más absoluta oscuridad.
Consigo llegar al puerto de Navacerrada, y en esta ocasión los voluntarios no logran convencerme para seguir, la decisión la tengo tomada. Sería un suicidio y arriesgarme de forma innecesaria a una lesión segura, hacer esos 9 km hasta Navacerrada con un desnivel de 700 m-, tan sólo 9 kilómetros, después de haber recorrido 110,4 km en 25 horas, acojonante!!!

Agradecimientos y felicitaciones: 
Antes de nada, agradecer a mi hermano Raul, por todas las atenciones prestadas, por ofrecernos su casa, por acompañarme esos 20 kms (después de una "noche loca") y por ser como eres: Todo un crack!!! el año  próximo travesía por pirineos.
Raul Máquina!!!!
Quiero felicitar a Jose, por que a la tercera fue la vencida, enhorabuena campeón!!!! Y a tu cuñado Fito, darle todo los ánimos del mundo y mi admiración, porque sólo ponerse en la línea de salida es ya todo un triunfo. Arriba Fito.
Fito y Jose
Y de mi amigo Fernando (que en esta foto hace honor a su alias, Tragabuche) qué decir??? Que me ha vuelto a dejar sin palabras. El año pasado te quedaste en puertas, pero este te has desquitado de lo lindo, enhorabuena!!!!, por ser todo un gran deportista y mejor persona. Ya me hubiese gustado estar a tu altura y acompañarte en esta aventura. Para el Genal prometo guerra!!!!
Fernando, 101 km y como si nada (al compi de al lado le llevaba 50 km).
¿¿¿Y qué me dicen de esta pareja????, primera participación y triunfo en su categoría. Impresionante!!!! Enhorabuena a los dos. Procuraré juntarme más con vosotros, a ver si se me pega algo, aunque sólo sea el pelo de Jesús, jajajaja.
Jesús y Almudena....Grandes!!!

Fernando I de Peñalara

lunes, 13 de mayo de 2013

UN SUEÑO HECHO REALIDAD: 101 KM de RONDA 2013



CRONICA DE LA MADRE DE TODAS LAS CARRERAS….los 101 km de Ronda
Acabo de regresar de dar un paseo por la playa, necesitaba salir, sentir de nuevo la arena bajo mis pies, el agua sanadora del mar, la soledad del infinito. El tiempo ha vuelto a dar un vuelco, hace un viento de levante demoledor, de esos que te tumban, y una luz tenue y difusa que intenta abrirse paso entre las nubes, que presagian la lluvia que vendrá.

Necesitaba poner en orden todo lo vivido este fin de semana, cada uno de esos instantes, los buenos y los malos, antes de que sólo sean un recuerdo difuso en mi memoria.
Curiosamente es ahora cuando estoy disfrutando de mi victoria, con la perspectiva que da el tiempo pasado y en la soledad de este paseo, me he vuelto a emocionar, al mirar a lo lejos las montañas que he recorrido en cada uno de los entrenos; he podido sentirlas, en la lejanía y he llorado de alegría.

Me vienen ahora a la memoria recuerdos de otras carreras, para tener alguna referencia con la que poder comparar los 101, y me resulta muy difícil encontrar semejanzas. Por ejemplo, en las medias maratones, primaba el tiempo realizado, “que si bajar de 1h35”, si se cumplia,  pues contento y en la misma línea de meta euforia; en la Maratón, mismo planteamiento, “ que si el objetivo es bajar de 3h45min”, pues eso, euforia y emoción en la misma línea de meta, unas lágrimas, etc.
En cambio, en los 101km de Ronda, ahí cambia totalmente el planteamiento. Me preguntaba mi padre, que como cuánto tiempo me llevaría, yo, iluso de mí y a falta de referencia alguna, le contestaba que entre 14 y 16 horas; pero en el fondo pensaba para mí que el objetivo primero era……llegar, cruzar la línea de meta, y si llegaba, poder vivir para contarlo, como ha sido afortunadamente el caso.
Las dos semanas previas, he tenido la fortuna de poder disfrutarlas plenamente con mi familia, lo que me ha generado un estado de plena confianza y felicidad, que sin duda alguna ha ayudado y mucho a conseguir este inmenso reto. Pues tan importante en estas pruebas de ultradistancia es, tener una buena capacidad física, como mental.

Sábado 11 de la mañana, 6:30am, suena el despertador. “He dormido regular”, siempre ocurre igual, cierras los ojos y te vienen  a la mente imágenes y estrategias de tu carrera soñada. ¿Se me habrá olvidado algo? Y entre vagos pensamientos se te cierran los ojos hasta que algo de nuevo los activa. A las 7:00 puntual salgo hacia mi destino final, Ronda.
Llegué al estadio con tiempo, y aprovecho para entregar la mochila en el camión de Setenil y descansar a la sombra de la carpa que han montado en un lateral del campo de fútbol. Allí espero pacientemente a que se de la salida. Los ciclistas esperan en las pistas aledañas de atletismo. Saludo a muchos amigos, lo cual hace que libere un poquito la tensión y la inquietud que tenía.
Agustín, Javier Balbuena y JM Espinar
 Son las 11:00 y con una puntualidad exquisita, se da la salida. Me había quedado acompañando a Javier Balbuena, que estaba siendo entrevistado por Silvia Haro para una productora de Canal sur, acerca de su reto solidario http://www.migranodearena.org/javierbalbuena2 y eso hizo que saliera casi desde la cola del pelotón de corredores. Apenas se podía correr, por lo que los primeros kilómetros los hice andando, y aprovechando para saludar a compañeros de “andanzas”. Quedaban muchos kilómetros por delante, pero tenía que aprovechar la buena temperatura que aún hacía para correr; y esa fue la estrategia inicial, correr hasta que el calor achuchara más. Iba adelantando corredores hasta que di con Rafa Legendario, hacía tiempo que no sabía nada de él y decidí acompañarle un tramo, entre charlas se nos iban pasando los kilómetros casi sin darnos cuenta, andábamos y corríamos, manteniendo una buena media de casi 7 km/hora

Ya en en bucle del circuito de Ascari,   me despegué definitivamente de él, y “tiré palante”, seguí a buen ritmo todo este bucle, pero el calor comenzaba a hacer mella en mí y tras casi cinco horas llegaba a Arriate, ya me era imposible correr; y lo peor de todo, llegaba la “cuesta de los cochinos”, una hora me costó superarla, por momentos tuve ganas de echarme una siestecita bajo alguna de las encinas, pero la cabeza me dictaba que debía continuar, aunque fuese a paso de tortuga. Cada paso que daba, un metro que avanzaba, me repetía.
El bombero cienturero
El siguiente objetivo era Alcalá de Valle; por el camino tuve que pararme para curarme las temidas ampollas que comenzaban a aparecer, esta vez en el pie izquierdo. Y el calor que seguía apretando, no podía con mi alma, el camel lo llevaba vacío y para colmo el tanque del avituallamiento se había acabado. Afortunadamente si sobra de algo en esta prueba es la solidaridad, y un buen vecino, cuya casa lindaba con la pista por la que transitábamos, tenía un buen barreño lleno de agua y la goma echando agua fresquita….ufff salvado de momento!


En Alcalá paré un poco para comer algo, rellenar el camel y darme un caprichito: un polo de limón. De nuevo en ruta, un enorme cuestón a la salida del pueblo hacía mella en mí, era complicado hasta mantenerse vertical. Tras una hora de camino, llegaba a Setenil, eran las 20:17 de la tarde, comenzaba a refrescar, habían pasado algo más de 9 horas desde que saliera de Ronda y recorrido casi 60 kilómetros, la media algo más de 6,3 km/hora. En principio me encontraba bastante entero, y con buenas sensaciones, sin embargo el destino me preparaba una sorpresa. Al llegar al colegio de Setenil donde estaba el avituallamiento y la recogida de mochilas, había una cola considerable de marchadores a la espera de poder recogerlas, por lo que me coloqué en posición y a esperar.
A los 20 minutos de estar ahí parado en la cola, comencé a encontrarme mal, a notar un sudor frio y a marearme. Me asusté un poco y me tumbé en el suelo. Era una bajada de tensión, me decían, “con un cocacola se pasa”. Hice otro intento por levantarme, pero seguía mareándome, otra vez al suelo. Buff, aquí se acabó la aventura, me decía. Sin embargo, al moverme un poco comencé a recuperar pulso y todo de nuevo en su sitio. Me cambié, entregué la ropa usada y aproveché para comerme un sándwich y beber más cocacola. Eran las 21:18 y tomaba la salida de nuevo, había perdido una hora por el caos de la entrega de mochilas y casi me cuesta el abandono, pero iba bien de ánimos, aunque me tomé los primeros kilómetros con cautela, analizando mis sensaciones y valorando en todo momento el estado físico. Ya con la confianza de encontrarme bien y el frescor de la noche, eché a correr y a correr……hasta el cuartel, era increíble, me encontraba como si acabase de empezar, que digo, mejor.
Llegaba al cuartel de la legión sobre las 00:15, tres horas había empleado desde Setenil. Entré en el comedor y sin sentarme tomé algo de fruta, otro sándwich y el caldo calentito.
Próximo destino Benaoján, el cual estaba atravesando a las 02:05 de la madrugada, seguía muy bien de fuerzas, corriendo donde se podía y andando en los tramos duros de cuestas. Estaba disfrutando de verdad: la noche estrellada, una temperatura fresca, la hilera de lucecitas de los frontales y el sonido de las pisadas, al unísono. Eran momentos mágicos, de esos que te ponen los pelos de punta. Durante un buen tramo a la salida de Benaoján, pude compartir camino con un equipo de la UME, y digo equipo porque se comportaban como tal, preocupándose continuamente del más débil, arropándolo y ayudándolo. O también el caso de un militar, que a pesar de haberse torcido el tobillo en el km24, continuaba en carrera gritando de dolor y desesperación, ayudado en todo momento por su amigo y compañero. Son esos momentos los que hacen de estas pruebas, algo distinto, algo especial.
Ya teníamos Ronda cerca, lo podía sentir, el resplandor de su iluminación la delataba, sólo quedaba la “cuesta del cachondeo”, que nada más el nombre ya te pone alerta. Casi 25 minutos para 1,2 km, “bajona gorda” me sentía sin fuerzas ya, y es que llevaba tiempo sin comer nada, pero estaba delante de mis narices y ya nadie me quitaba esa meta. Me enganché como pude a otros tres militares-corredores que me llevaron prácticamente en volandas hasta la Alameda. Creo que desde que salí de Setenil, ha sido el único tramo en el que me han adelantado corredores, por lo que en general estoy más que satisfecho con el planteamiento que hice, reservando la primera parte hasta Setenil y zurrando en los tramos posteriores (Cuartel de la Legión- Benaoján- Ronda).
Al final, un tiempo oficial de 18horas 09minutos, en la posición 962 de 2001 llegados a meta.

domingo, 31 de marzo de 2013

13 DE ABRIL........LA ÚLTIMA SELVA ESPERA






 

Ha pasado ya más de un mes del Maratón de Sevilla, y atrás quedaron esos momentos inolvidables, instantes que quedarán grabados para siempre en mi retina.
Desde ese 24 de febrero, y después de una semana de recuperación, me he tomado los entrenos en plan disfrute y relax, sin ningún tipo de plan preestablecido, andurreando más que corriendo, e intentando no sobrecargar mis ya doloridos aductores, disfrutando de largos paseos por la playa de los Lances y por la colada de la costa. 
A principios del mes de marzo, participé en la carrera fuera de pista Sierra de San Pablo (Montellano), a un ritmo muy tranquilo, acompañado de F.José Penco y  David Roldán.



He podido recorrer la Sierra  de Fates, de punta a punta, subiendo hasta el parque eólico y a la Peña, desde la cual he contemplado unas vistas impresionantes.

Aprovechando los días libres de Semana Santa, he compartido dos rutas con los amigos del Club Turdetania Team, por Villaverde y por Aracena.

En fin, lo que en el argot runeril, viene en llamarse, un "descanso activo". Mañana vuelvo a Tarifa, toca organizar los tres próximos meses y pensar en los nuevos retos que están por venir, con las pilas ya cargadas y con ilusiones renovadas.
El primero de ellos será "La Última Selva", evento organizado por Sergio-K2, (LA ÚLTIMA SELVA) en el que unos cuantos locos ultreros recorreremos una pequeña parte del Parque Natural de los alcornocales, concretamente la parte más al sur, entre los términos municipales Algeciras, Los Barrios y Tarifa (Cádiz). La ruta transcurrirá por pistas forestales, como la de las Corzas, la carretera antigua de Facinas a Los Barrios o la revia 321 (carrizales), pero también nos adentraremos por senderos de alta belleza natural como: El Arroyo San Carlos del Tiradero, Risco Blanco, el Rio Guadalmesi, la Vereda la Trocha, la Garganta del Capitan o el Rio de la Miel. Serán algo más de 100 kilómetros que intentaremos cubrir en no menos de 17 horas, por lo que seguramente el ritmo será bastante suave y distendido, de forma que andaremos por los senderos y trotaremos por las pistas.

Ruta para correr 1384358 - powered by Runmap